La Terapia de Esquemas es un enfoque terapéutico innovador e integrador, desarrollado originalmente por el Dr. Jeffrey Young como una expansión de los Tratamientos Cognitivo-Conductuales tradicionales. El enfoque de esquemas se basa en la Terapia Cognitivo-Conductual, la Teoría del Apego, los conceptos Psicodinámicos y Terapias Centradas en la Emoción. 

Esta Terapia pone énfasis en los patrones de vida autodestructivos, en los problemas de personalidad, en temas emocionales profundamente arraigados, técnicas de cambio afectivo y la relación terapéutica, trabajando esta relación, satisfaciendo las necesidades básicas no satisfechas y desarrollando la reescritura de recuerdos traumáticos. 

 Los resultados de los estudios controlados y aleatorizados han demostrado que la Terapia de Esquema es altamente efectiva con un gran porcentaje de pacientes ambulatorios con Trastorno Límite de Personalidad, con una baja tasa de abandonos. Los pacientes que han estado en terapias psicodinámicas, consideran este enfoque como más activo, sistemático, flexible y orientado a la profundidad. Los cuatro conceptos principales en el modelo de terapia de esquemas son: esquemas desadaptativos tempranos, dominios de esquemas, estilos de afrontamiento y modos de esquemas. Los 18 esquemas desadaptativos tempranos son temas o patrones centrales contraproducentes que seguimos repitiendo a lo largo de nuestras vidas. Las necesidades emocionales de un niño (conexión, autonomía, límites realistas, libre expresión y espontaneidad). Cuando estas necesidades no se satisfacen, se desarrollan esquemas que conducen a patrones de vida poco saludables. Los 18 esquemas se agrupan en cinco categorías llamadas dominios, que corresponden a necesidades emocionales específicas. Los estilos de afrontamiento se refieren a las formas en que un niño se adapta a las experiencias dañinas de la infancia. Por ejemplo, algunos se rinden a sus esquemas; algunos encuentran formas de bloquear o escapar del dolor; mientras que otros se defienden o compensan en exceso.